Transporte de cargas de explosivos

Los explosivos se agrupan dentro de las llamadas mercancías/mercaderías peligrosas y se clasifican en la categoría “Clase I”, es decir: "sustancias y artículos fabricados para funcionar por explosión o con efectos pirotécnicos".

Para el transporte seguro de estos elementos, se deben considerar cinco factores: la carga (la cantidad de explosivos a trasladar, su naturaleza y características), los vehículos y la circulación (transportes a utilizar, habilitaciones y autorizaciones), los explosivos y su manejo (de manera que la carga y descarga sea un proceso sencillo y seguro), el personal a cargo (con conocimiento de los elementos e idoneidad para su manipulación) y la infraestructura/equipamiento (las características y condiciones de los embalajes, con especial atención en el tamaño de estos últimos).

Es importante mencionar que los explosivos deberán ser los últimos en cargarse y los primeros en descargarse en caso de compartir el espacio con otro tipo de mercadería.

Los vehículos deben llevar un letrero de forma visible indicando la tipología de mercadería peligrosa, con los colores y dimensiones correspondientes.

Además, el vehículo ya debe estar cargado de combustible antes continuar con el proceso de carga. Si llegara a necesitar el reabastecimiento durante el traslado, es necesario “conectar el camión a tierra y despejar la zona en un radio de 10 metros” según marcan algunas legislaciones internacionales del Cono Sur.

Por lo tanto, es necesaria la planificación detallada, evaluando cuidadosamente las rutas de transporte y los horarios de entrega para minimizar los riesgos y garantizar la puntualidad en la entrega de los explosivos. Es usual priorizar la circulación por zonas poco pobladas, evitando las urbes y los horarios en los que hay mayor movimiento. En caso de pasar por un área con un grado medio-alto de densidad demografía, se recomienda emplear una velocidad máxima de 60 km/h.

En cuanto a la comunicación y coordinación, se debe mantener una comunicación fluida y coordinada con las autoridades competentes, los operadores de transporte y otros actores involucrados en el proceso logístico.

De más está advertir que el explosivo se debe encontrar en condiciones óptimas, correctamente embalado, en cajas con materiales aislantes, indicando en el exterior el contenido, peso neto y toda la información requerida. No se deben transportar junto con iniciadores, productos inflamables o cualquier elemento de fácil combustión.

El personal también deberá contar con una licencia que habilite el contacto, transporte y manipulación de estos elementos, empleando preferentemente la luz natural para la carga y descarga del contenido, salvo casos excepcionales en los que se justifique el empleo de otra fuente de iluminación.

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